Posteado por: Pablo | marzo 15, 2010

Yo elegí mi nombre


Despues del incendio de las oficinas de la registraduria del pueblo, se hizo necesario que todos los habitantes se presentaran a unas instalaciones temporales a llenar de nuevo su información de nacimiento, parentezco, numero de indentificación y todos esos datos para reemplazar los registros consumidos por las llamas. Mientras hacía la fila, el abuelo de un amigo, quien en esa decada de los 40 estaba en sus años mozos, decidió mentir en el formulario y de esa forma cambiarse el nombre, sin tramites ni papeleos incomodos. Asi de facil, el abuelo de mi amigo eligió llamarse Ovido desde ese momento y simplemente regó la voz de su nuevo nombre.

Se podria decir que yo tengo algo en comun con don Ovidio, pues yo tambien elegí mi nombre, solo que desde el comienzo. Yo no tuve la necesidad de un incendio, ni de papeleos y tramites incomodos y mucho menos de regar la voz, simplemente porque desde que naci me he llamado Pablo o «solo Pablo» como me toca aclarar en muchas ocaciones cuando me llaman «Juan Pablo» (por cierto: forma muy efectiva de hacerme hervir la sangre).

Asi es la historia: Mis padres gustaron siempre de la sorpresa de descubrir el genero de la criatura en el vientre en el momento mismo del alumbramiento, por lo que durante el embarazo no sabian si se trataba de una niña o de un guapo varon. De forma que el bebe no tenia nombre hasta el momento de nacer, pues habia unas opciones para cada genero.

Un domingo normal durante un embarazo normal, estaban en misa mi mamá, mi papá y seguramente mi hermano tambien. En el momento de la omilia, el sacerdote se dedicó a hablar del apostol San Pablo. Mi mamá cuenta que el personajito en el vientre venia muy calmado, sin alteraciones, hasta el momento en el que el padre pronunció la palabra PABLO, en ese momento una patada se sintió en el vientre, cosa que no es nada concluyente hasta ese momento, pero resulta que esa dinamica continuó durante toda la omilia, la criatura en desarrollo, pateaba justo en los instantes en los que el padre decia PABLO. «y el apostol Pablo bla bla»: Pum, patada desde adentro, «y cuando el apostol Pablo no se que»: Pum, patada desde adentro.

Tiempo despues de terminar la eucaristia, mi mamá le dijo a mi papá. «Ya se que vamos a tener, y ya se como se quiere llamar, será un niño y se llamará Pablo». Sin haber estado en la lista de los posibles nombres, ambos aceptaron sin discución alguna mi nombre, respetaron mi decisión.

Pablo, Solo Pablo


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