Posteado por: Pablo | noviembre 29, 2006

Mas orgullo


Hoy estuve en una conferencia en el Colombo Americano a cerca de como fue la entrada (por asi decirlo) del rock a Medellin y despues de escuchar al conferensita hablar algo de la «insularidad» de Medellin de los 60´s y de explicar lo importante que fueron para la cuidad las emisoras de radio, comenzó a hablar de un personaje, de quien no recuerdo el nombre, que de manera muy artesanal (que mas se podia esperar si estamos hablando de finales de los 60´s) fundó una emisora llamada «LA VOZ DE LA MUSICA» que comenzó poniendo solamente musica ambiental, cuando en la epoca las emisoras solo eran musica tropical y de cantina* pero despues dió el gran paso, programó Rock!

Una emisora practicamente sin publicidad, muy artesanal y ojo a esto ubicada en ENVIGADO!!!!! por favor….hasta hoy me vengo a enterar que mi amado Envigado fue la cuna del rock en Medellin!!!!!! bueno retomando….la cosa es que no me cabe en la cabeza estar situado a finales de los 60´s o comienzos de los 70´s y escuchar en la radio el «Thick as a Brick» de Jethro Tull o «In A Gadda Da Vida» del Iron Butterfly o joyas de Rolling Stones o Pink Floyd por dios!!!

El hombre explicaba que en esa epoca poca gente tenia telefono en su casa y que cuando programaban algo no decian de quien era la cancion ni nada, entonces tocaba salir corriendo a un telecom a llamar y preguntar de quien era lo que acababan de pasar, y que muchas veces mientras llegaban a llamar pasaban muchas mas canciones y al final nunca sabian de quien era lo que escuchaban…la otra cosa importante que explicó fue que para la epoca era muy dificil poder comprar un disco LP, y mas dificil aun que la familia le prestara el tocadiscos (si era que tenian uno) para escuchar rock….el conferencista se reia y decia «imaginense como me iban a dejar a mi poner el album «sticky fingers» de los rolling con semejante caratula»

Sticky Fingers

Entonces esto hacia que la emisora fuera la escapatoria para los jovenes rockeros o como se les decia en esa epoca Mariguaneros greñudos…..asi como pa terminar la historia es que al hombrecito aquel de la emisora le terminaron rompiendo sus discos y mucha musica de la que nos gusta se perdió y la emisora tambien, pero eso si, el movimiento rockero no……quiero hacer la reflexion:

* en este momento medellin esta como hace 30 años, solo musica tropical y de cantina y agreguemosle el pop, pues el ultimo vestigio de rock que quedaba murió (veracruz stereo), lo unico que espero es que igual que cuando murio «la voz de la musica» el moviemto rockero siga vivo, y cresca de nuevo.


Respuestas

  1. El personaje que fundo y contruyo «La voz de la musica» se llama Aurelio Toro Perez conocido como el «Grillo Toro»

    • Hola, me gustaría conocer fotos del grillo Toro, de la emisora La Voz de la Música.
      Saludos

      • Hola yo tengo una foto del Grillo Toro cuando competía en Motociclismo, si algo me cuenta yo se la comparto

  2. Esa emisora «LA VOZ DE LA MUSICA» marco mi vida y la de mis amigos….

  3. definitivamente la voz de la musica.la mejor emisora de todos los tiempos.

  4. «La Voz de La Musica» inundo el valle de aburra de imaginacion y creativiadad

  5. Porque y como termino las Voz de la Musica ?
    Donde estan esos albunes ?

    !! Marco mi vida y la de mis amigos !!

  6. Aurelio el Grillo Toro no solo le aporto a la música en nuestra ciudad, además de eso fue una de las personas que más le aporto al deporte de su época un entusiasta deportista el cual incursiono en el ciclismo, en motociclismo y automovilismo

    • Le agradezco su respuesta. De Grillo me interesa mucho el apoyo al rock en Medellin. Fue en una bandera La Voz de la Musica para muchos en los años 80.
      Saludos

  7. Aquel hombre misterioso , era mi padre su nombre Aurelio Toro , además de la música aportó al deporte nacional .

  8. LA ÚLTIMA DEL DIAL

    (Tomado de «Rock en Medellín, una historia sin tarima»)

    Desde Envigado, cambiando el sonido de una generación. La Voz de la Música, la precursora del rock en la ciudad, fue pensada desde 1964 cuando Aurelio Toro comenzó a recoger aparatos viejos de RCN, donde trabajaba.
    Aunque nunca estudió una carrera, ‘el Grillo’ Toro, como lo conocerían después, viajó a Estados Unidos a hacer algunos cursos radiales, trayendo consigo la iniciativa de montar su propia emisora. Se trajo unos alambiques, que eran conocidos en el país norteamericano como “The Voice of Music”, y no demoró en licenciar su idea con este mismo título, pero en español.
    En los primeros días de la radio en Colombia, a medida que la frecuencia en la que se encontraba la emisora subía, la antena con la que se emitía era más corta. Para ahorrar recursos, se pidió la

    última frecuencia, pues mientras Radio Sutatensa debía tener una antena de ciento cincuenta metros, la de La Voz de la Música empezó con una de cuarenta y dos.
    Se comenzó a emitir con música orquestada, sin voz, con el fin de ser escuchado en los hospitales. Contrató trabajadoras que ponían las canciones mientras hacían sus destinos, por lo que entre disco y disco hacían el almuerzo, lavaban ropa o atendían a los niños del hogar.
    Aunque no sabían nada de música, tenían algo claro: que entre poner un disco de 4 minutos o, por ejemplo, Salisbury, que sobrepasa los 15, preferían poner el segundo, para poder dedicarse a lo demás sin tantas interrupciones.
    Cinco años después de comenzar, en 1969, ‘el Grillo’ chequeó su emisora y escuchó en ella música muy estruendosa, con mucha guitarra y de larga duración. Ante la recriminación, las trabajadoras, que se encontraban en el Parque de Envigado, le explicaron que cuando ponían esa canción la gente comenzaba a llamar, ya fuera a pedirla o a preguntar el nombre.
    Al ser los teléfonos tan escasos y las llamadas tan poco convencionales, ‘el Grillo’ Toro visitó a sus empleadas al día siguiente, colocó la canción y, efectivamente, el teléfono comenzó a sonar, todos pidiendo que colocaran nuevamente el disco de “Pat Primo”.
    La marca de ropa Pat Primo utilizó por muchos años la canción Break Song, de Vanilla Fuge, para sus comerciales de televisión y, aunque durara veintitrés minutos, los radioescuchas de La Voz de la Música enloquecían al escucharla nuevamente.
    Ante el furor, ‘el Grillo’ se fue a las tiendas de ropa de Junín como Discomoda y Caro, con LP en mano, a que le vendieran más “de esa música”. De ahí, sin saberlo, se hizo de los discos de

    The Beatles y The Rolling Stones, entre otros, que fue mezclando con la música orquestada de siempre.
    Los primeros discos los compró, después hizo pactos con los importadores: JIV, la Caverna de Carolo, etc. A quienes él les daba publicidad y ellos le retribuían con música. Llegó la música y las disqueras. Él les hacía algún trabajo y ellos le daban música o tocadiscos.
    Ponía todo lo que se ligara al género del rock: a James Brown, a Jimmy Hendrix, a Janis Joplin y todas las canciones que llegaban de las películas, entre los que se destacaron Jesucristo Superstar, Woodstock, la Opera de Jesucristo y el Bangladesh. Todas las películas ‘el Grillo’ las promocionaba en la estación y en mitad de la película le ponían el anuncio de la emisora.
    Sin embargo, la incursión no le salió gratuita, pues la buena publicidad que había gestado en esos cinco años se fue disminuyendo ante la propaganda negativa contra la emisora: música de hippies, música que no se puede escuchar, música del pecado, y un sin número de ataques provocados principalmente por el padre Fernando Gómez y su Hora Católica.
    En la Emisora Claridad, a las 8 de la noche, todos los días, el Padre comenzaba su discurso:

    “A los jóvenes duro, duro con los jóvenes. Se nos está llenando esto de hippies, duro con los hippies. En estos momentos hay una radiodifusora que está entrando con esa música de los hippies, duro con la última del dial”.
    Escuchar al sacerdote era obligatorio en cada hogar católico después de rezar el rosario, mientras comían y se preparaban para acostarse. Sin embargo, cuando la hora pasaba, los niños pedían

    prestados los radios para que, entre almohadas y a escondidas, pudieran escuchar La Voz de la Música.
    Pero ay donde los pillara la abuelita madrugadora a las cinco de la mañana con la radio sintonizada en la última del dial, no bajaba de regaño donde lo calificaran de hippie y le quitaran la radio, la música y el saludo.
    La emisora no tenía locutores, y se comenzó a legislar en contra de La Voz de la Música: los locutores sin licencia solamente podían anunciar o pautar publicidad. Al llegar la Policía y ver que en La Voz de la Música no habían locutores, pedían la licencia del que hacía la identificación de la emisora, que era un recorte que se había hecho de otro locutor, Armando Plata, cuando en el Festival de 1971 dijo “transmitiendo para emisora 1020 de Bogotá, Radio 15, el Festival de Ancón, y la Voz de la Música la número uno de la radio en el valle Medellín”.
    A esto se sumaba que al estirar tanto el recorte y al empatarlo con alguna canción ya sonaba lento y medio macabro, lo que les dio además un tinte ‘satánico’ a los ojos del padre Gómez. La Voz de la Música se apagó en 1982 por falta de recursos.


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